En un nuevo viaje de Willy Fog y sus secuaces, aparecimos en el norte de León (y tal al norte), en el municipio de Villablino, casi casi casi en el paraiso natural. El pueblo está bien, muchos bares, ambiente por las noches, demasiado a las 6.30, pero bueno.... y con unos retazos interesantes. Zona minera por antonomasia, por donde partió el tren hasta Ponferrada. Villablino fue conocido durante muchos años por la extracción minera. Actualmente, con una profesión en total reconversión, el sector servicio va ganando terreno, aunque se nota cierto declive de lo que fue. La capital de Laciana está mal comunicada con las grandes redes pero subsiste con mucho orgullo.
Gastronómicamente hay una cervecería que lo recomiendo, con una tosta de cecina brutal (literal).
Ya que fuimos, y pese a los alienígenas que salen por el desagüa mientras friegas, nos fuimos a hacer senderismo. Elegimos una ruta que mezclaba naturaleza con parapetos de la Guerra Civil y restos mineros, pero del que todavía guardo cierto recuerdo en el hombro derecho. Si alguien quiere ir, los lugareños no terminan de entender lo que significa dificultad baja o alta y menos la señalización.
Y en breve, Asturias.
