martes, 24 de marzo de 2009

LA HERMANA PEQUEÑA


Si Asturias es la hija predilecta, la querida por todos, a la que se perdonan las travesuras. Cantabria es su hermana pequeña. Cierto es cuando los cántabros comentan que Santander y Cantabria son dos cosas diferentes, doy fe, y lo mejor de ello, es que Cantabria deja a Santander a la altura del betún, pese a la belleza de la ciudad costera y de agrio carácter. A mí me conquistan por el cuajo y Cantabria también lo tiene, no tanto como Asturias pero no nos podemos quejar: anchoas, queso, chocolate, orujos, sobaos, quesadas.... y un no parar. En una rápida visita estuvimos en Sarón, pueblo con muchos servicios y muy moderno en cuanto a estructura; Selaya con la fiesta de los viernes y la confrontación "vaqueros" Vs Juventud de curiosa disyuntiva; Comillas con la belleza de una ciudad con marqueses, casco viejo y playas; Santillana del Mar, con una colegiata que vale su peso en oro aunque excesivamente turístico; Suances, demasiada segunda vivienda y error al ver la playa deseada (marcar las direcciones no son lo suyo)... Para terminar en Solares ¿cuándo acabaremos con el suplicio snif snif) y Liérganes, una belleza medieval que no conocía y que recomiendo su visita pues merece la pena.

Una vuelta por la cantabria rural que pretendo repetir no tardando.

domingo, 15 de marzo de 2009

LAS NUEVAS REDES SOCIALES

Quién iba a decir a nuestros abuelos que en siglo XXI iban a existir redes sociales por internet en el que supiéramos unos de otros, viéramos fotos, charlamos, jugamos, etc... Pues sí, tanto Myspace, Tuenti como Facebook se han convertido en herramientas actuales para cualquier persona un tanto modernizada. Desde tu casa, creas un perfil en el que pones cómo estás, fotos... y mantienes informada a tus amistades de todo. Genial.... bueno, casi genial.

También hay que tener cuidado a esa gentuza que se cree con el poder absoluto y maquina a través de internet, del anonimato y de sus apariencias para descubrir cosas de sus enemigos. Para ello, todavía internet no tiene todas las herramientas adecuadas pero camino va. Hay que tener cuidado con esta gentuza y a veces cuidado con la publicación de fotos demasiado personales porque pueden tener un destino desagradable.

A pesar de ello, es gratificante y enriquecedor para seguir en contacto con mucha gente, en la medida que lo estimes de mayor o menor cercanía.

martes, 3 de marzo de 2009

MI ENTREVISTA

Hoy podeis ver en El Norte de Castilla, una columna dedicada a mi trabajo:

Miguel Ángel García Velasco ha publicado su primer libro 'Moraleja de las Panaderas. Refugio entre pinares' que busca reflejar la historia del pueblo a través del recuerdo de sus habitantes y su legado. Este joven, licenciado en Historia y que trabaja como agente de desarrollo local en Pedrajas de San Esteban, rinde con esta publicación un homenaje a sus descendientes maternos. El libro ha sido editado por la Diputación Provincial de Valladolid dentro de la colección en Tierras de Valladolid.
-¿Cómo surge la idea de la publicación?
-Pues porque nadie se había dedicado a investigar lo que es el pueblo; existe publicada alguna cosa en el catálogo monumental pero nadie había tenido la curiosidad de investigar en sus raíces. En mi familia (es el pueblo de su madre) se hablaba muchas veces de cómo era la iglesia y de cosas que se han ido perdiendo y me entró el gusanillo por investigar. Poco a poco recopilé datos y empecé a escribir. Descubrí que en los archivos hay multitud de documentación todavía por explorar.
-Personalmente, ¿qué le aporta este trabajo? -Mucho, porque como estudiante de Historia me sentía en deuda con mis raíces. Gracias a este libro creo haber cumplido parte de esa deuda.
-¿Y al lector?
-Principalmente va dirigido a los vecinos del pueblo y su entorno, pero además los datos que aporto con tablas y gráficos de la comarca medinense pueden servir a otros investigadores para hacer una historia del medio rural más coordinada y no a retazos.
-¿Cómo ha sido el trabajo de investigación? -Han sido cinco años de recopilación de datos con centenares de anécdotas y los viajes en tren hasta Medina y desde allí en bici al pueblo. Lo más grato fue descubrir dos libros del siglo XVIII que nadie sabía que existían.
-¿Seguirá escribiendo? -Tengo en mente realizar un estudio sobre el ferrocarril, pero será más adelante.