domingo, 20 de noviembre de 2011

GRACIAS PEDRAJAS

Ha pasado tan sólo un día desde que ha terminado mi relación contractual con el Ayuntamiento de Pedrajas de San Esteban y un montón de recuerdos inundan mi cabeza. Han sido cuatro años muy intensos que me han servido para crecer como persona y aprender como profesional. He dado todo lo que he podido de mi para mejorar los servicios del Ayuntamiento en la medida que he podido, con mis errores y aciertos, en una época muy dura debido a la crisis económica. Crisis de la que me he visto perjudicado en primera persona.

Desde hace meses sabía que tenía fecha de caducidad, salvo milagro. Un milagro que finalmente no pudo llegar y los problemas económicos me han arrastrado. No tengo más que agradecer a todas las personas que han confiado en mí durante estos años por su paciencia, interés y presencia. He retrasado lo más que he podido la despedida. Me estaba preparando para llevarlo lo mejor posible, pero el viernes sucedió algo que no lo esperaba. Nunca pensé que me iba a ir de un lugar con una despedida oficial, con el Alcalde, miembros de la corporación y resto de compañeros, quienes en el Salón de Plenos me dieron el "Adios" de forma oficial. La emoción, la intensidad, los recuerdos, los nervios y las lágrimas aparecieron de forma que no podía evitarlo. Me sentí protagonista de algo que no merecía y de un pueblo que siempre me ha recibido con los brazos abiertos.

Dejo muchas amistades, seguramente gracias a mi forma de trabajar, pero separar lo personal de lo profesional en muchos casos, ha sido imposible. Siempre que pueda, volveré a Pedrajas. Han sido cuatro años de los que he estado mucho más tiempo allí que en mi casa, aportando, luchando por mejorar la calidad de vida de los pedrajeros/as, con aciertos y errores pero con la conciencia muy tranquila y la sensación del deber cumplido.

Tan sólo me voy con un pequeño lunar: el de los que juzgaron sin conocer, los dueños de la ignorancia que se atrevieron a escupir sandeces y de quienes demostraron falsedad incluso en los últimos momentos. Afortunadamente me sobran dedos de una mano y no van a borrar el estupendo recuerdo que me llevo de una gente, de una villa y de la dedicación de unas personas que me han hecho ver las cosas desde un prisma diferente al de hace cuatro años.

Pedrajas seguirá estando en mi corazón y mi persona, a disposición de las buenas amistades creadas durante este tiempo.