viernes, 19 de abril de 2013

PARIS, JE T'AIME

París, la capital de Francia, sólo está hermanada con Roma. Por belleza es la única que merece dicho galardón.

La Torre Eiffel, los Campos Elíseos, Notre Dame, Montmartre, Île de la Cité... son muchos enclaves parisinos que merecen ser recorridos.

Pasear por París es adentrarse por la historia no sólo francesa sino también europea. Un país tan cercano al nuestro pero tan diferente en sus costumbres y su cultura. La historia de Francia está vinculado obligatoriamente a París.
Si a cualquier turista que ha visitado esta bella ciudad le dices que estuvo a punto de ser destruída por el ejército nazi, no se lo creería. Pero así es, Hitler ordenó destruir la ciudad parisina, sin embargo sus deseos no se llevaron a la realidad gracias a la conciencia de un militar, von Choltitz, que desobedecío las órdenes del Führer. ¿Por qué?, sigue siendo una incógnita pero sin duda alguna, debería ser condecorado por la defensa al patrimonio que hizo en ese momento. 

De hecho, como capítulo de la II Guerra Mundial, Francia se rindió para evitar la destrucción de su capital como ocurrió con Londres. 

Deportivamente París es conocida por el Estadio de Saint-Denis, el torneo de tenis Roland Garros, la prueba ciclista Tour de Francia, etc, donde los españoles suelen hacer muy buenas actuaciones. Pero París es algo más que un lugar mágico para el deporte español. París tiene rincones espectaculares y únicos en el mundo, fruto de la evolución urbanística y social que ha tenido a lo largo de los siglos.

Montmartre, antiguo barrio y que ahora se convierte en un bello mirador jalonado por el Sacre-Coeur y el barrio de artistas. La película Amelie es un buen reflejo de ello. Los Inválidos (Les Invalides) edificio monumental donde están enterrados tanto Napoleón Bonaparte como nuestro rey José Bonaparte, ambos de nefasto recuerdo para la historia española debido a la Guerra que hubo en nuestras tierras y el daño al patrimonio que realizaron a sus órdenes. El río Sena y sus innumerables puentes (como le Pont des Arts) lugar romántico por excelencia de la ciudad. 

Aparte está Île de la Cité, núcleo histórico de París en una pequeña isla donde se encuentra la Catedral de Notre Dame, la Saint Chapelle y el Ministerio del Interior.

Podríamos enumerar los enormes parques que posee esta ciudad que fue capital del mundo en el siglo XVII cuando la monarquía era potente. Curiosamente, la revolución francesa reflejada en la Place de la Bastille, donde se encontraba la prisión ahora inexistente.

A nivel económico hay una zona que destaca por encima de todas, La Défense, núcleo financiero diseñado en época de Miterrand y que de forma calculada sigue la misma línea horizontal que parte del Museo del Louvre (de los mejores museos del mundo) pasando por la Place de la Concorde, Campos Elíseos y Arco de Triunfo. Pero si el turista tiene que elegir un lugar, éste sería sin lugar a dudas la Torre Eiffel: impactante monumento que tenía un origen efímero y que no gustaba nada a la sociedad parisina pero que se ha convertido en el icono turístico de todo el país. Diseñado por Gustav Eiffel, tenemos la suerte que en la provincia de Valladolid, de su factoría, salieron hasta cuatro puentes de la vía Valladolid-Ariza. La subida a la tercera planta merece la pena, sin lugar a dudas. Deleitarse de las vistas, reconocer los edificios, parques, monumentos y comparar la vista de la cercana Torre Montparnasse. 

Aparte de ello es obligatorio visitar la Librería Shakespeare, la red de museos parisinos, especialmente uno que pasa desapercibido pero que tiene un encanto especial, el Museo Rodin, el George Pompidou,  los paseos por la ciudad, por el Barrio Latino, la Sorbona con sus recuerdos del Mayo del 68, y un largo sin fin de lugares. 

París es uno de esos lugares que es mágico tanto por lo que muestra como por lo que esconde.



No hay comentarios: