En los últimos tiempos se ha levantado una polémica sobre las "Declaraciones de Interés Turístico Internacional", esas menciones tan importantes en la repercusión como económicamente en las ayudas recibidas. Zamora y Sevilla han sido las que públicamente han mostrado mayor malestar, al igual que la Concejala del Ayuntamiento de Valladolid que no entendía el "café para todos". Incluso han tomado medidas como no mencionar la declaración en sus carteles, mostrando el malestar.

Hasta donde sé, la Declaración de Interés Internacional lo concede el Ministerio en base a una normativa y al trabajo que se realizan desde las diversas Juntas de Semana Santa para promocionar de forma internacional sus eventos. Es decir, con un mínimo de calidad artística, diversos aspectos que se benefician en estos acontecimientos, tanto por la repercusión en medios de comunicación, capacidad hotelera, actividades culturales, hermanamientos con otras Semanas Santas internacionales, contactos, etc. Quizá puede ser el momento de que las Semanas Santas con tradición y que se sienten ofendidas por la igualdad con las nuevas, giren sus esfuerzos en buscar ser "Patrimonio inmaterial de la humanidad", mención más acorde con la cultura, tradición y forma de llevar el sentimiento, más que una declaración turística en la que se mencionan otros aspectos.

Es para pensar que en las presentación que organiza (y paga) la Fundación Siglo para las Artes y el Turismo, con la invitación de diversas Juntas Locales para que presenten sus trabajos, y algunas no vayan poniendo excusas peregrinas. Eso sí, a la hora de cobrar subvenciones el interés es máximo.

En una actividad cultural que organiza la Junta de Semana Santa de Medina del Campo, está previsto para el jueves 7 de marzo, la presencia del Secretario de la Hermandad de Cofradías de Palencia, dos de las Semanas Santas señaladas con el dedo como no merecedoras del galardón turístico. En esta actividad, se presentará un informe sobre el Impacto económico de la Semana Santa en la ciudad de Palencia, es decir, el dinero que genera para la ciudad (hoteles, restaurantes, comercio, medios de comunicación, empresas artesanas, etc) la existencia de la Semana Santa y su repercusión.
Si existe una normativa para potenciar turísticamente estos eventos, ¿Por qué se pone el grito en el cielo por la aparición de nuevas ciudades?¿No sería mejor crecer en base al complejo trabajo realizado en diversos aspectos que tirarnos piedras entre nosotros?
Por último, he plasmado cinco carteles de las Semanas Santas de Castilla y León, tres de las tradicionales y dos de las novedosas, todas ellas de carácter internacional. ¿notais diferencias?¿Cuál tiene mayor repercusión turística?¿Por qué hay logos en algunos y en otros se olvidan aunque subvencionan estos eventos?
El debate está servido y a buen seguro, que seguirá corriendo ríos de tinta.