miércoles, 18 de febrero de 2009

LA CIUDAD DE LOS ALMIRANTES


La ciudad de los almirantes, una de las tres localidades vallisoletanas con el título de ciudad, nos recibe en la Tierra de Campos, tan interesante como despoblada. A su alrededor la despoblación y los campos amarillos abundan rodeando Medina de Rioseco. Una ciudad muy bonita, en la que están explotando el turismo, gracias al acierto de Artemio, su alcalde y las potencialidades de su Semana Santa, su Canal de Castilla y su Museo de San Francisco.

Al ser una de las zonas más desfavorecidas de la provincia, han inyectado mucho dinero pero de forma positiva. Si quereis ir a comer, os recomiendo el Restaurante Pasos, eso sí, elegid bien, pero es muy bonito y se come genial. Una época: cuando querais, se puede ver naturaleza, religión e incluso recuerdos ferroviarios de su ferrocarril (tren burra 1884-1969). También se pueden comer buenos pasteles en Cubero o Marina, o buenas pastas en la "Flor de Castilla". Su Semana Santa con 15 cofradías, una auténtica pasada y un museo digno de esta religiosidad. Algún año lo podré comprobar in situ, por las calles como la Rúa Mayor.

La ciudad de los Almirantes, de los Enriquez os da la bienvenida. Un lugar para conocer y repetir.

domingo, 8 de febrero de 2009

FOTOGRAFIAS QUE HABLAN


Hace casi tres años cuando realicé esta foto, me vino a la mente un significado que siempre ha ido acompañada de la misma: un puente, dos caminos, una amistad y el futuro.
Veníamos de un finde en Tolbaños espectacular y mi mente sabía que no se iba a repetir, por mucho que se intentara. El puente fue la despedida: las obligaciones profesionales, personales y laborales lo indicaba y el puente era el lugar. Esta foto refleja mucho: recuerdos, alegría, fiesta, amistad.... sin embargo lo que iba a traer, todavía tengo que asimilarlo. Los pájaros vuelan, los años pasan y las mentalidades cambian. Si las aves vuelan los que nos quedamos debemos aclimatarnos a lo existente y pensar en futuras fotografías que comentar.

miércoles, 28 de enero de 2009

OTRO PASITO


Fiel a mi costumbre, ni se me ha subido ni pienso en pararme. Hace tiempo inicié un curso de heráldica, que va siendo hora de acabarlo, apenas un ejercicio de descripción. Poca cosa, a mi ritmo con tranquilidad. ¿para qué? Siempre me han atraido los escudos que aparecen en los edificios y he tenido ganas de poder impretarlos. Es difícil porque es una ciencia complicada pero es apasionante si se coge con ganas y tiempo. Poco a poco me ha ido entrando el gusanillo y tengo especial interés por acometer dos proyectos a corto-medio plazo:
1º Poder sacar mi escudo heráldico. No solo el garcia y velasco, si no el mío particular, como seña de identidad.
2º Obtener el escudo heráldico de Moraleja de las Panaderas. Hasta donde sé, nunca ha tenido, lo confirmaré con el Archivo Histórico Nacional. De confirmar mis sospechas, habrá que hacer uno atractivo y que complemente a mi libro. Avisado está el alcalde y en ello me pongo. A ver lo que consigo